domingo, 20 de febrero de 2011

Sin tema

Me he pasado casi una semana sin saber sobre qué escribir. Tampoco es que en entradas anteriores me la pasaba días enteros pensando sobre qué escribir. Generalmente en mi trascurso del día de la nada se me prendía el foquito e inmediatamente iba a la computadora y empezaba a escribir. Escribía, escribía sin parar. Hubieron días que casi todos los días mi mano automaticamente, casi como si estuviera zonámbula haciendo actos involuntarios, habría Google y hacía que busque mi blog y a escribir sin límites. Fueron erupciones constantes de creatividad, si asi se puede llamar. Fueron como si mi cerebro estuviera convulsionando ideas y de la nada se hubiese sanado, o mejor dicho, fijándose en otros campos. Otra manera de exorcizar las ganas de teclear o las ganas de tener el mouse en la mano, simplemente el hecho de estar ocupada.

Mi dependencia al escribir se fue acrecentando cada vez más. Se volvió algo casi esencial. Yo jamás me he catalogado de escritora y mucho menos digo que escribo bien y no es modestia falsa. Es más, el hecho de decir que soy modesta ya hace que yo misma acepte que escribo bien, pero no, no escribo bien, para mi al menos, no. Simplemente escribo porque ... no lo sé.

Quizás porque me gusta hacer algo más mientras escucho música que eso es lo que verdaderamente -sin ser cursi- es lo que alimenta mi alma. Porque cada vez que veo alguna foto que me impacta, me dan ganas de tener palabras para describirla, pero simplemente me limito a verla y luego a colgarla en el blog. Porque quizás es alguna manera de matar mi tiempo en este verano sin viajes en avión ni en bus, pero si en un camino sin fin. Porque sé que en el fondo mi vida no amerita ser contada, eso depende de cada uno, pero inconcientemente, implanto mis sentimientos en cada tecla que aprieto. Porque quizás, simplemente, escribo porque siento, porque soy humana.

En este mismo instante, me siento como si estuviese realizando alguna tarea con límite de tiempo. Haciendo algo por temor a la desilusión. Miro nerviosamente la cantidad de lo que he escrito y me siento presionada a seguir escribiendo. Lo gracioso es que mientras más describo cómo me siento, más escribo.

Mi cabeza se hace cuadraditos o quizás algo la esta bloqueando. Puedo pensar que estoy escribiendo por escribir, pero al fin y al cabo, escribo sin parar como si fuesen esos temas serios, quemados, resblandecidos, que se me ocurren de la nada.

Me miró las uñas sin pintar, con deseos de pintarlas, pero bajo mi mirada hacia el teclado y sigo escribiendo. Escribo al rimo de la música. "Es muy tarde" dice la letra. ¿La hora? Si son las 11 practicamente, no es tarde (ni tampoco temprano, no hay horas). ¿Qué es tarde? ¿Me demoré mucho en escribir una entrada? ¿Hay reglas en blogspot? No, no las hay, me respondo a mi misma. Autopresión.

Tanto que hablo de vivir la vida , ¿por qué carajos me presiono a mi misma en hacer algo que supuestamente me gusta? No se por qué trato de escribir lo más rápido que pueda antes que vuelva Camaleón. Soy conciente que simplemente por el hecho de llenar una entrada escribo de lo que sea. Pero ese "lo que sea" a la vez es algo.Ese "lo que sea" es lo que me gusta.

Me privé de mis platos nocturnos de leche con hojuelas. Creo que ando endemoniada conmigo misma. No puedo depender de nada. Al final yo soy la que pongo las reglas y los derechos en mi vida misma. No puedo depender de ningun acto mío, no puedo autopresionarme, pero sin embargo, lo sigo y lo sigo haciendo.

Para este momento, pienso que estoy haciendo un experimento conmigo misma, ya no es autopresión. Se convirtió en reto, en desafío. Sigo endemoniada, cada vez más. La música no ayuda a calmarme, es rápida, es como si todo el ambiente estuviese apuntando a mi y a este momento.

Mi creatividad y mi razón están en guerra. La música ya está mas tranquila, aún sigue rápida. Ahora hay melodía y letra. Todo lo que puede suceder en mi mente, todas las ideas que se me pueden ocurrir sobre mi misma. Ahorita se podría decir que vivo un egocentrismo maldito: autopresión, reto, desafío, analizandome a mi misma. Terminó la canción. Cambio a la siguiente, no me gusta esta.

¡Oh Florence! Estás en el destino. Justamente mi preferida. Me gustaría componer así de bonito, me gustaría cantar asi de bonito. Me gustaría que un grupo como The XX me haga un remix casi dubstep, como buena fanática de la música clasica, rock y porsupuesto, electrónica. Yo pensé encontrar un grupo semi perfecto como Electric Light Orchestra, que combinaban casi a la perfección la música clásica con el rock clásico. Clásico. Luego encontré otro grupo, Lacrimosa, combinaban un rock más metálico -y eso que a mi no me gusta la música ruidosa, pero escucho de todo- con música clásica mucho mas estilizada, música de conservatorio, como diría yo cuando escucho composiciones perfectas, celestiales. Pero, siendo los dos grandes grupos, aún no había un balance. Siempre algún genero era más que el otro o no había tanta profundidad. Hasta que ... ¡Oh Florence! Te encontré el año pasado, cuando casi nadie, sobre todo en Sudamérica te iban a conocer. Tengo que aceptar que la primera canción que escuché pensé que era un grupo de simple música alternativa con una vocalista mujer para darle un toque vanguardista. Luego de meses investigué más y descubrí simplemente una genio. Música clásica perfectamente estilizada, un rock independiente que nisiquiera sabría como clasificarlo y una producción fantástica que le da ese toque electrónico. Composiciones para saltar, para bailar, para cerrar los ojos, para llorar, para reirme. Cuantas emociones transmiten. Y cuando transmites emociones, haces sentir. Te haces sentir y cuando te haces sentir, simplemente haces que la persona se sienta a sí misma también. Mezclas de sentimientos y sensaciones.

La última renión que fui, hablaba de Florence como si estuviese orgullosa de una amiga que hubiese ganado algo. Algo así como cuando Varga Llosa ganó el nobel. Como leí una vez en Los Imaginarias, me sentí como si un amigo más de "Los Nosotros" hubiese ganado el premio y estemos haciendo los preparativos para la reu vikinga y felicitarlo. Genialidades, que hasta hacen que me sienta identificados con ellos. Hacen que los confunda con mi manada. Son de mi manada de influencias distantes.

Mi desesperación de teclear llegó al extremo de llenar una encuesta para un instituto de modas que una amiga -no tan amiga- me hizo llenar. Lo hice con mucho gusto. Es más, respondí muy interesada, muy cautelosamente, como si fuese un examen en la parte de juicio crítico.

La espalda me duele como siempre a la misma hora. Tengo la mala costumbre de poner el respaldar a mi izquierda, pero sabría que si mi silla no tuviera respaldar me sentiría incómoda aunque nisiquiera lo use. Pongo el respaldar en mi espalda, se siente raro. Creo que el sueño también hace su aparición en estos instantes y empieza a luchar con las ganas de escribir, que cada vez dejan de llamarse en conjunto, autopresión y desafío.

Recuerdo que hace un rato hablé de mi dependencia con ciertas cosas. Yo dependo de mis lentes, sin embargo, detesto usarlos. No los uso así de simple, nisiquiera ahora. No los he usado en ningún momento de este verano, siento que le ponen el Andrea a mi nombre verdadero. Siento que opacan algo de mi identidad.

Pero es bonito, casi tierno y dulce depender de algo que sí te gusta depender. Como el hecho de escribir -contradicciones- como el hecho de depender de una persona. No hablo de padres ni nada de eso. Sino de depender de los sentimienos de una persona y de tus sentimientos hacia ella.

Termino el tiempo ocioso, llegó la persona que es mi tiempo y mi vida. Buenas noches y buenos días. Ahora haré lo que más quiero hacer: amar cada segundo más, demostrarlo y coser jirones.

1 comentario:

  1. Es cierto lo q dices no nos gustaria depender de nada ni de nadie pero lo haces mas si es la persona amada la q te produce todas esas sensaciones raras desde lo mas sublime hasta lo mas inesperado, sentimiento y pensamientos q nunca pensastes sentir o valga la redundancia pensar...asi querramos a no llegamos a depender de algo o alguien, me gusta como escribes aunq se q no quieres halagos pero haces q yo piense mucho en cosas q estan ahi dentro y uno , no las exteriorize y si tienes vocacion para escribir a mi me encanta espero q esta vez si salga publicado...jajjaaa,,,,heyyy soy lita ok bye dulces sueños.

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