jueves, 22 de diciembre de 2011

Buscar explicaciones sin razón alguna

Phantom Love.

Ayer caminaba por la Plaza Bolognesi, agarrando su mano. Los pies me mataban por las sandalias de mierda, que solo me las había comprado por ser moradas y porque estaban muy baratas. Yo no quería dejar de caminar. Íbamos dando la vuelta y yo tenía esa sensación de apoyar toda mi seguridad en él, no porque sepa casi todas las artes marciales literalmente, sino porque esa había sido mi costumbre. Luego me di cuenta que los dos andábamos igual de perdidos y nos reíamos. Yo creía todas sus bromas de lo bien que se ubicaba muy bien, porque eso era lo normal para mí, pero luego cuando me decía que estaba tan perdido como yo, solo atinaba a reírme. ¿Reírme de qué? ¿De sus bromas? No, no ... era simplemente felicidad. No podía creer nada de lo que pasaba, tan real y a la vez tan, hermoso. Libertad, felicidad, estar enamorada, sentirme cómoda, amar y ser amada. ¿Qué mas podía pedir? Miraba a mi lado y solo me preguntaba, ¿qué carajos ha hecho este ser conmigo, que podría caminar todo Lima agarrada de su mano hasta quedarme sin pies? Él me miraba y sonreía a más no poder y le preguntaba qué sucedía. Él solo me decía que estaba muy contento, que es muy feliz conmigo. Ese instante, ese mismo instante, hizo que ese día se vuelva uno de los más felices de mi vida. Tengo que resaltar ese día, porque a decir verdad, no hay día que este ser no me haga reir. ¿Arrancarme sonrisas? Mis bolas inexistentes, él me hace reír, él me hace feliz. La gravedad dejó de exisitr por un momento y pedacitos de cielo estaban cayendo...

Ai am in lof.

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