Aún no logro entender que clase de fruta atascada deben tener las mujeres del siglo XXI que ni llegan a su segunda década y ya sueñan con matrimonio e hijos. Dejen de agarrarse la cintura para sus fotos, de plancharse el pelo todos los días y de reventarse los granos. Piensen con el útero, porque pensar con el cerebro ya no sirve. Ya está demasiado corrompido por esta sociedad machista y cucufata.
Al diablo con los estúpidos estándares fascistas de belleza y de éxito humano.
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