Y qué más se puede pedir....
Todo siempre tiene un principio. Todo tiene un final. Obviamente, ambas cosas solo dependen de uno mismo, pero uno siempre va a ceder a una de las dos cosas, porque un final, indica un nuevo comienzo. Inclusive las cosas que nunca parecen tener final, que generalmente son las que queremos que terminen más rápido. Y para añadirle la contraparte, las que queremos que nunca acaben, terminan de alguna u otra manera, desde cierto punto de vista. Todo es eterno mientras dura. Aunque toda esta hipótesis, en mis escasos casi dieciocho años, no es muy contundente que digamos. No he vivido nisiquiera dos décadas como para presenciar y vivir lo que es algo fugaz o duradero. Desde mi punto de vista puede que diga que he vivido muchas cosas, pero creo que también he llegado a punto, en el que debo subestimarme y ser modesta con esto de las experiencias. Solo puedo afirmar que todo tiene un final, ¿y lo eterno? Pues, hasta ahora no he vivido nada eterno. ¿Será porque nunca he querido que nada sea eterno? Insaciable como siempre...
Las certezas son las únicas en las que puedo confiar. Certezas como saber como se siente cuando presiono un durazno en mis labios. La textura no cambia, la sensación es la misma. Hasta me trae recuerdos. Besar su hombro y sentir como se estremece, para luego ir subiendo con mi boca y susurrarle en su segundo órgano sexual, como él mismo dice, su oreja. Certezas como saber que siempre sentiré esa sensación de no ser única para las personas que más quiero. ¿Por qué ser única? Pregúntenle a mi cerebro, eso ni yo lo puedo controlar... no sé si es Lola o soy yo la perra que jode con esos pensamientos egocéntricos.
Círculos viciosos. Esos que nunca parecen tener fin. Pero sí, sí lo tienen, si es que uno quiere ponerle fin. Y sí, también creo en esa frase súper cliché y más pegajosa que chicle en mi cabello: "Querer es poder". Léanla una y otra vez, y se darán cuenta que es verdad.Círculos viciosos. Recuerdo caminar por mi universidad, sin despegar la mirada del suelo y llegar a una conclusión con ... la verdad no recuerdo con cuál de las tres fue, pero fue con una de ellas: te cagan, cagas a X, X caga Y, Y caga Z ... y ese círculo vicioso de las cagadas que hacen que las canciones de amor tengan sentido. Las canciones tristes de amor, como las felices (etapa pre-cagada), que se sienten más porque comparas con las cagadas anteriores. Oh sí, las comparaciones, otro círculo vicioso. Lo peor que puedes hacer, pero qué chucha, igual lo haces, ¿no? Sino, ¿cómo las mujeres, con cerebro y oportunidad, han elegido a sus futuros esposos? Es algo que se siente, pero es algo que uno también tiene que haber elegido a conveniencia propia. Todos quieren ser felices.
Mi estado para finalizar este año y las proyecciones que tengo para el próximo son óptimas. Recuerdo como finalicé el año pasado, y simplemente, digo ¿qué mierda fue conmigo? No creo en la supersticiones, ni en las palabras de aliento al estilo Coehlo, pero hay ciertos misterios...
Quiero que me sigan rompiendo los esquemas, pero no quiero que me rompan a mí.
Que así sea Lola!
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