martes, 20 de septiembre de 2011

Extremo y medio

It's a story, but that's why 
I'm here to tell you stories, so picture the scene. 
Let's begin

De esas canciones que sientes que te definen y mucho más allá de eso. Finalmente logré pintarme las uñas de rojo carmesí y las ganas de mirarme al espejo con una mano sobre los labios y tener relaciones sexuales conmigo misma. Dejemos atrás mi narcisismo recuperado y a ver si contamos alguna historia interesante. ¿Cuento? En verdad no sé qué es. No sé si son tres cuentos o si es la misma historia con tres partes. Pero esta semana llena de sorpresas, ha hecho que me inspire en una historia con tres partes o tal vez tres cuentos distintos. Aclaro que la inspiración en verdad no existe, pero algo de influencia debe tener. Más allá de que traten de adivinar sin son experiencias personales o no, simplemente lean, mierda, y luego ya, llénense de especulaciones que jamás tendrán respuestas. Al menos, por mi parte, yo no me cohíbo y últimamente escribo lo primero que se me viene a la cabeza y mis análisis los dejo para mis cuerdas vocales y para los oídos de los presentes. Tres historias, tres partes, tres individuos, una persona ¿o tal vez tres? Denle vuelta a las estrellas y pinten a cada individuo de todos los colores, al menos eso yo trate. Recuerden, son vómitos de varias madrugadas, de varias noches estancadas en música psicodélica y quizás algo de alcohol y tabaco en la cabeza. Mi uñas siguen siendo carmesí, felicítenme, aún no me las he mordido. 

El Besugo
  
The turn of the day 
When all music fools come out to play 
Until the drunk turn of night 




Exploradores de calles andando de la mano. La calle es su lugar, ha sido, es y será lo que los definirá y ese lugar mágico que guardará sus deslices y sus pequeños triunfos. Creen secreta e ingenuamente que vivirán para siempre. La sociedad no los ha definido, ellos la definen, pero lo único que no definen es esa relación que hay entre los dos. Para ellos, hablar de amor no es trillado ni algo irrelevante, hasta que ella termina vomitando arco iris. No tienen religión, no tienen nombre, no tienen partido, no tienen futuro, no quisieran tener pasado, pero lo único que tienen, son esas palabras que intercambian y los sueños fillántropos y románticos que los hacen seguir tomando un trago más o fumando un porro más. Hace tiempo se perdieron entre literatura bizarra, filosofía enredada y una suerte de antropología verde. Él por su lado se estancaba, ella avanzaba a pasos agigantados y jugando con fuego. Se conocieron y él encontró a esa persona que quizás podía ayudarlo a definirse y ella encontró, bueno, a ese amor para perderlo en seguida con tal de olvidar y borrar a un individuo que no merece la pena ni ser nombrado. Ella fumaba en el centro de Lima sintiendo el celular vibrando de los mensajes que llegaban, los mensajes del besugo. Él tomaba por la San Marcos con una envidia sana pensando en su nueva amiga y sus nuevas aventuras nocturnas en el Centro. La noche no quería ser noche para ellos. Ella corría por el centro haciendo creer a los demás que perseguía a un ladrón invisible, él besaba a alguna otra más queriendo que sea ella. Ella estaba en los aires mientras una chica la trataba de sostener para que entre al carro, él pedía una cerveza más. Ella estaba siendo seducida sin éxito alguno por una lesbiana, él seducía sin propósito alguno. "Hola, nos volvemos a encontrar". Le propuso ese matrimonio alienado y ella lo mandaba a la mierda de a poquitos (hasta ahora). Ella se confundía, él, quizás, se estaba enamorando. Él armaba un porro deseando que ella este al frente para probarlo, ella adivinaba lo que hacía mientras le escribía un mensaje. Él desearía ser como ella secretamente, ella se convencía más que él no era su tipo. Él se daba cuenta que ella jamás se fijaría en él, ella pretendía seguir ese juego sin dirección. Ellos se miraban tímidamente, a ella le temblaban las piernas, ¿pero si no es su tipo? Se veían, él pretendía que no siga descubriendo lo accidentada que podía ser su personalidad. Ella se daba cuenta de su lado oscuro. ¡Salud! No le gusta, si le gusta, no le gusta, si le gusta. Vueltas y preguntas sin respuestas, solo las habían cuando ella fumaba a su lado o cuando él miraba como se pintaba los labios. Ahí estaban las respuestas, pero ellos no las veían. Él solo buscaba a alguien que lo acompañe en su soledad y que deje el significado de "estar solo" en la subjetividad de las canciones platónicas y llenas de idealismo musical. Ella descubrió que pudo escuchar "Al final de la calle" sin sentir punzadas, era nuevamente, una verdadera pasajera de las canciones. Él no podía hacer por ella más de lo que ella hacía por él. Él se volvió muy común, para ella, pero ¿qué era lo que tenía que lo hacía ser el chico más común menos común antes sus ojos? Hasta ahora ella no lo entiende, solo lo entiende cuando él le promete que jamás se enamorará de ella. Lo entiende pero no para escribirlo ni para contarlo, lo entiende como para que un día de esos, un día que se pase de cerveza y Pall Mall's en la cabeza, descandene más estrógeno de lo normal y aguerridamente pruebe lo que no quiere probar conscientemente. Ellos jamás usarán jeans, ellos raptarán a Hello Kitties dentro de poco. Ya están hartos de encontrar ficciones, apariencias, mierda y más mierda en la Lima la Horrible de Salazar Bondy, pero al fin y al cabo esas son las razones que los mueven a seguir estudiando y tomando. Están trazando nuevas rutas en sus mapas personales, nuevas rutas que quizás algún día se encuentren y se hagan una. Rutas que quizás ya se hayan encontrado solo que andan con los ojos vendados o caminan llenos de miedo. Solo coinciden en esos días en las que se ponen a ver desde sus ventanas, la luna llena para añadirle lo cliché a esta historia. ¿Dejarán que la razón los engañe o dejarán que los sentidos los seduzca? Tan solo, ser supremo inexistente e invisible, renuévalos, o mejor dicho, renuévalo. ¿Vale la pena una oportunidad? Creo que él fue un piloto que la rescató de ese bosque con el avión estrellado...


El Gaznápiro


Such crazy behaviors 
Such noise in our ears 
Let's all change gears 




Misterio, intriga y algo intimidante rodea el ambiente cuando ella está cerca a él. La primera vez que ella lo vio, fueron de esos momentos en el que ella se reía para si misma dejando fluir una imaginación de una niña con las hormonas revueltas, mientras que él nisiquiera se enteraba que ella estaba presente ahí, a dos mesas de ella. Ella suele llegar tarde a la única clase en la que coincidían, él se sentaba adelante, ella atrás. Ella podía ver el cabello largo, marrón café de las mañanas. Las miradas cómplices con su amiga. Ella esperaba que algún día le toque hacer un trabajo en parejas con él. Él nisiquiera se percataba de su existencia, ni la de ella, ni la de los demás, vivía en su mundo. Tan él, tan común en esos chicos que ella terminaba enamorándose. No, no de nuevo, ¿un amor fugaz? No, simplemente una obra de arte en un museo. Ella trataba de controlar su naturaleza nínfica porque tenía miedo que sea un pazguato y nisiquiera se acerque a ella por mera casualidad. Pero no os preocupéis, se trataba de un simple gaznápiro: tranquilo, sano a simple vista y toda una cajita de Pandora por dentro. Lo veía con su mochila llena de estampas de grupos metaleros llegando a clase y se reía tímidamente. Se hacía el cabello hacia atras y se pintaba los labios tratando de buscar su atención como niña de colegio, pero nada. Eso lo hacía más interesante. Se identificó con Carmen cantando la Habanera: cuando ellos no la aman, ella ama más. Definiendo "amar", eran de esos amores que no son amores, pero en fin, no hay otra manera de definirlo, ya que no lo conocía. Lo conoció accidentalmente, justamente en una clase en la que recien descubría que coincidían y escuchaban que el amor es como la vida bohemia. Ella hablaba sin parar frente a estudiantes de Filosofía de la San Marcos, mientras que ella jamás había recibido ni una clase de Filosofía, pero no tenía miedo a decir cojudez y media. Él inmutado, la veía, solo la observaba. Ella lo observaba y pensaba, ¿qué diantres estudiará este individuo atractivo? ¿Filosofía tal vez? Cuando salieron de la clase, él la esperaba en la puerta, se saludaron y como si fueran amigos de toda la vida, se fueron a almorzar juntos. Cosas bizarras que suceden en ese antro caviarón. Ella hablaba hasta por los codos siendo cuidadosa con lo que decía, porque ya había tenido experiencias anteriores con pazguatos que luego la juzgan con su personalidad reprimida. Hasta que de esa boca vampiresca, que pareciese que en cualquier momento se le va a salir el comillo, dijo la frase "todos hemos tenido nuestro momento de libertinaje". ¿Podría ser que él no sea un pazguato? Siguieron hablando y se dio cuenta, no era un pazguato, era perfecto (dentro de su contexto, claro). Un perfecto gaznápiro, que no aparentaba lo que en verdad era sin querer queriendo. Parecía tan sumiso, pero en realidad era una perfecta cajita de Pandora que daba mucho gusto y se sentía verdaderamente agradable descubrir cada cuestión suya. Estudiante de Arqueología, violinista (músico para variar), narguilero con moderación, no baja la mirada, es un completo vampiro, misterioso, inteligente y tan él. Si tan solo demostraría más esa actitud y esa personalidad tan interesante, tendría tantas pretendientes... una sorpresa andante, un individuo perfecto. Era equilibrado, ni un besugo ni un pazguato, era el punto medio. Ella no puede negar que cuando escucha a The Raconteurs, sueña con estar escuchándolos a su lado, juntos, muy juntos. Pero extrañamente, ella quiere vivir esa Habanera de Bizet, por algún tiempo más. Son de esos chicos que valen la pena, que no son para los simples gileos y coqueterías, va un poco más allá de eso, pero ella no se encuentra lista para ese "más allá". Después de todo, ella dejará que al menos con él, las cosas vayan a un paso de tortuga increíble, y las cosas pasarán a medida de lo que tengan que pasar. El hecho de ser gaznápiro, no le quita lo imbécil.

El Pazguato


If we you really need to express something 
But I don't know what it is I want to express... 
Or how to express it?




Él es cobarde, ella está harta. Lo de ambos era lo inminente y quizás lo seguirá siendo. Él no puede querer ni ser querido porque está en una jaula que vuela, pero al fin y al cabo, sigue en una jaula. Cuando él habla con ella, por dentro se carcome la ira, la molestia, la locura y quizás la lujuria que le hace despertar con esa actitud tan boba que a veces asume. Serán de esos círculos que ella tanto detesta dejarlos al azar, para que se cierren cuando se debe, pero ella quiere cerrarlo, así sea para bien o para mal. Se encuentran en la escala 7 Richter. Primero fue una amistad inocente, una amistad y quizás, un amor, reprimido por esas causas que, en fin, ellos y todos saben. Luego pasó a ser puro deseo, lujuria y hasta quizás algo incestuoso, ¿gusto quizás?, pero el deseo se anteponía ante cualquier sentimiento lógico, pero más allá de eso, estaba lo más puro y cliché en cualquier relación: ese "yo te quiero y me importas porque somos amigos" (que lamentablemente, fue eso lo que estanco todo). Suena un floro barato, pero era la verdad y no era necesario decírselo. No solo fue ese tímido beso de adolescentes, fueron de esos besos furtivos que te dejan la médula espinal ardiendo. No uno, no dos, fue una semana muy dentro de lo normal para la semana de ella, de esos amores fugaces civilizados, y para él, algo para romper la rutina. Todo sonaba prometedor, sobre todo cuando ella estaba leyendo a Malinowsky, con todo el cuerpo ardido y ¿la boca? se la había robado y ella quizás aún sentía su sabor en sus papilas gustativas. No, no, no... no malinterpreten, pasó lo que tuvo que pasar, ni más ni menos, pero con ganas de más. Llegar ambos a su casa, ella se quitaba la ropa y se desprendía ese olor natural, sin perfume que el tenía y la volvía loca. Mientras tanto, él llegaba y ese olor a su cabello y quizás unos cuantos cabellos en su cubrecama, también le hacían volver esas ganas locas de ir a buscarla, pero ese día, su cobardía y las mariposas amnésicas le ganaron esa batalla que estaba en camino a ganarla. A pesar de haberle prometido ese día mientras la abrazada y le decía que tenía miedo que esa relación sin nombre se estanque, el se dejó ganar por la figura geométrica que lo dominaba y lo guiaba. Ella hace tiempo que no había sentido esa adrenalina yendo a mil por hora por todo su cuerpo, cuando él le besaba el cuello y ella le acariciaba el cabello. Esa adrenalina, que no necesariamente es el hecho de ser superficial, pero está latente ese deseo carnal que te hace desprender estrógeno a litros cuando encuentras a ese individuo con la testosterona compatible. Hace tiempo que ella no sentía algo así, años quizás, más allá de eso, por no decir que era la primera vez. Quizás no la primera vez, pero definitivamente era la primera vez que por mero deseo seguía esos impulsos que de ser creyente, iría al infierno. Andaba algo asustada en ese entonces, ella fue la cobarde al principio. Quizás eso le desanimó. Los dos estaban sentados en el pasto, después de pasar ella un fin de semana en donde se destrozó todas las uñas y él, pues, hacerla estar en el filo del círculo. Quizás fue su culpa, quizás la de él. Quizás aún no es temporada de ambos. Pero ella guarda muy dentro de sí, ese presentimiento, que el círculo anda abierto, y aun tiene que pasar algo que lo cierre. ¿Pero como carajos cerrarlo si el individuo esta evitando que eso suceda? El gusto anda en decadencia, por parte de ella, ella no quiere aceptar ni ver que le sigue gustando, ¿por qué? Porque a la vez con esa actitud tan obvia, llena de celos, llena de vergüenza, la esta alejando, la está mandando muy lejos. Le da lástima ver como algo con un futuro tan prometedor se estanque por tonterías y por no decir las cosas en la cara y limitarse en hablar en francés para que sus amigos no escuchen. En fin, ahora no se estanca nada, porque ese chico de los besos ardidos y de las canciones para películas porno, ya no existe, o al menos, ya no queda casi nada.

"And in the end, the love you take is equal to the love you make."

1 comentario:

  1. Tres cuentos o tres partes de la misma historia...como sea, muy bien relatados, principalente "el pazguato".

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