martes, 29 de noviembre de 2011

Nudos


Quiero golpearme la nariz y así vomitar algo que se me ha quedado atracado ahí, adentro. No sé si tengo pelusas en el ojo, pero estoy intoxicada o no sé qué carajos me ha pasado, pero necesito golpearme la nariz. No para seguir deformándola, sino, como le dijes, para botar toda esa mierda que se acumula tal cual basurita en el ojo lleno de delineador.Y es que son las canciones que he escuchado tanto que ahora parecen que están en eterno play en mi mente...

Hoy quería golpearme la nariz, pero no lo hice. Me miré al espejo y dije "aquí no, ahora no". Entendí otra gran paradoja de la vida: la vida es para ser felices, pero felicidad no implica perfección. El Carpe Diem que rige mis días no es  perfección, sino la vida misma.Y no seguiré con estas cursilerías que útlimamente me encuentro asqueada (tipica reacción de alguien desesperanzada), que ya todos saben qué implica esa palabra de cuatro letras, más conocida como vida.

La costumbre quizás, el miedo a lo que ahora no es normal para mí. ¿Por qué quiero golpearme la nariz? Es que siento que hay algo atracado. Pero, ¿necesariamente todo eso se soluciona mediante un puto golpe en la nariz? La Lola del presente diría que no y luego se iría corriendo por el pasto, pero La Lola de este momento, dice que quizás, solo quizás, a veces, no es que sea necesario (bullshit para pussies), pero no se puede evitar lo inevitable.

¿Inevitable? Pero, ¿así de la nada? Quizás no me haya dado cuenta, pero shit happens (lo siento, estoy abusando de los extranjerismos, pero se me dio la puta gana). A veces yo en mi eterna búsqueda de la perfección, inclusive de la felicidad misma, no hice lo que debí haber hecho tranquilamente en ciertos momentos. O quizás no era el momento. Quizás ahora es el momento por más ilógico que parezca, pero lo siento, en serio ... soy humano. Todo pasa por algo, todo tienen sus respectivas razones, pensemos esta noche. Fatalizadora por excelencia, pero ... hay días en los que simplemente no son mis días y solo me dan ganas de dormir. Dormir como excusa. Dormir porque me doy miedo a mi misma. Dormir porque me aterrorizo que haga eso. Quizás parezca que no hay motivo, pero creo que ya me cansé de domar las cuestiones indomables y a veces hay heridas que faltan aun sanar y por hacerme la valiente ... 

¿Por qué carajos eres así, Lola? Biatch, pero armada de ovarios.

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