sábado, 12 de octubre de 2013

viernes, 4 de octubre de 2013

Invierno, más invierno que nunca (y de lo que puedo soportar)



Desde hace meses que ya no hay días tristes ni preocupaciones. Sino esperas, aventuras y macrofobia. Esta canción la escuchaba desde el año pasado mientras paralelamente soñaba con viajes a cada rincón del planeta. Contigo. 

La ex Unión Soviética, Tchaikovsky y los otros 5 rusos me la deben desde hace cinco años, eso debes saberlo y recordar mientras yo me pasaba estudiando y escuchando música clásica como desquiciada. Me prometí a mí misma volver a tierras parisinas y a Bretaña...ver si todavía en la pared sigue escrito "J'en rêve encore" porque sí, los años pasan, pero esa parte nunca muere. Más aún luego de leer a Lefebvre, Walter Benjamin, Simmel y todos aquellos que realizaron estudios urbanísticos de una ciudad perfectamente preparada para la indiferencia cortés y para el asombro de algunos cuantos. O también aquellos que sucumbieron a la posmodernidad encarnada en la ciudad, tal como Baudelaire, Mallarmé o Rimbaud. Por otro lado, nunca me imaginé en tierras escandinavas, la distancia me mata, lo sabes, nos mata. Pero, ¿todo pasa por algo? Lo desconocido es lo que resulta más atrayente; sin embargo, lo único que se es que quizás veré el lugar que inspiró a Stieg Larsson para crear a la enigmática Lisbeth Salander. 

Espero que todo eso se cumpla, más que nada, espero estar simplemente a tu lado nuevamente sea donde sea. Por más que a veces odie tu optimismo y romanticismo, detesto darte en estos momentos la razón, pero, mierda...¿por qué siempre todo nos sale tan bien? Creo que simplemente merecemos estar juntos y ser felices. Siempre me imaginé conocer distintos lugares yo sola o con imaginarios colegas míos, pero quién diría, con un físico teórico se puede conocer aún más lugares. Y eso estamos haciendo.

¡Sigamos muriéndonos de frío y sin veranos!